Decorar tu casa estilo nórdico

El estilo nórdico lleva años pisando fuerte y ahora, en nuestros días, está más en alza que nunca. No podemos culparlo con su blanco inmaculado, su madera natural y sus muebles funcionales. ¿Cómo no iba a conquistarnos a todos? ¿Cómo no vas a querer ideas para decorar tu casa estilo nórdico? Sigue estos consejos y conseguirás que tu hogar luzca con este elegante y minimalista estilo.

¿Qué es el estilo nórdico?

El estilo de decoración nórdico es propio de los países escandinavos, situados en el norte de Europa. Nació fuertemente influenciado por el clima de su zona, pero poco a poco se ha ido extendiendo por todo el continente hasta convertirse en una de las tendencias estrella del interiorismo europeo.

Este estilo nace por pura necesidad. Las duras condiciones climáticas de los países del norte, con sus días fríos y a veces muy oscuros, despertaron la necesidad de realizar un diseño de interiores acogedor, ya que la gente iba a pasar demasiado tiempo en casa. La principal meta del estilo nórdico es el de crear ambientes acogedores y cálidos, potenciando al máximo la poca luz de la cual se dispone durante muchos meses del año en estos países.

Obviamente, es un estilo que se ha ido depurando a lo largo de las décadas, pasando de ser un estilo más bucólico y encantador a un estilo minimalista y funcional. A día de hoy, el estilo nórdico destaca por su aspecto natural y sencillo, donde reinan la madera natural, los tejidos cálidos y los colores blancos y neutros.

Ideas para decorar tu casa estilo nórdico

Siguiendo las bases del estilo nórdico, para darle este toque tan único a nuestro hogar (incluso viviendo en una zona que alcance los 35ºC en verano) sólo tenemos que seguir estos consejos:

1.    Hola luz, adiós oscuridad

Como ya hemos mencionado, la luz en el estilo nórdico es un elemento fundamental. En los países del norte de Europa la luz natural tiende a ser escasa durante unos inviernos largos y oscuros. Por ello, todo lo relacionado con la decoración de este estilo está orientado a contrarrestar esta falta de luz.

Esto significa que debemos decir adiós a las telas tupidas en las cortinas. Es más, lo ideal es que las ventanas se muestren desnudas para dar paso a toda la luz natural posible. Y, por supuesto, complementar esto con el uso del color.

2.    La pureza del blanco

Para contrarrestar la falta de luz también se juega con el color. El blanco es la base sobre la que se sustenta el estilo nórdico, sumado a colores claros y tonos neutros, como el gris y el beige. Los colores negros y oscuros están prácticamente prohibidos, a no ser que los utilices en superficies determinadas para crear un efecto de contraste. Pero no es la idea de la decoración nórdica.

Obviamente, el estilo nórdico debe contar con gotas de color. Para eso utilizaremos los textiles cálidos como, por ejemplo, la lana. Fundas nórdicas en la cama, cojines de tela, alfombras y accesorios serán los encargados de darle un toque de color a nuestro hogar.

3.    Madera, naturalmente

En el estilo nórdico también se le da importancia a la naturaleza. Por ello, la madera natural es el material omnipresente por excelencia. Para encajar con el ambiente, se utilizan maderas de tonos claros, como haya o abedul. De este modo la luz sigue sintiéndose atraída por este ambiente tan claro y se crea un hogar acogedor y relajado.

Donde más se utiliza este material es en el suelo y en los muebles, pero también se aprecia en accesorios y elementos decorativos de todo tipo. Esto, además, aporta un toque minimalista a este estilo, dando una gran sensación de funcionalidad. Y hablando de funcionalidad…

4.    Los muebles serán funcionales o no serán

Si tuvieras que crear un estilo orientado a personas que se pasan la mayor parte del tiempo en su casa, ¿no te gustaría que los muebles fuesen lo más prácticos posibles? Eso es lo que ocurre en el estilo nórdico, donde se combinan a la perfección diseño y funcionalidad.

En el estilo nórdico lo práctico se impone ante lo estético, por lo que es muy habitual ver muebles sencillos y de líneas rectas y orgánicas, con suaves curvas, que ocupan más bien poco. Esto se hace para crear un ambiente espacioso, sin artilugios innecesarios de por medio que sean molestos y rompan la armonía generada.

5.    Motivos geométricos y formas sencillas

El minimalismo del estilo nórdico se acentúa en sus formas geométricas. Precisamente por la funcionalidad que acabamos de mencionar, en este estilo predominan muebles y accesorios cuadrados, rectangulares e incluso circulares. Incluso las alfombras y las fundas de la cama tienden a tener motivos geométricos para no desentonar con el ambiente.

Estas formas tan simples buscan ofrecer una sensación de orden. Por ello, no se debe sobrecargar el espacio con muebles ni accesorios innecesarios. Una de las claves del estilo nórdico es la funcionalidad por encima de la estética, por lo que no podemos contaminar este espacio limpio con cualquier elemento que se nos antoje.

6.    En la variedad está el gusto

Aunque en el estilo nórdico predomine la madera natural, eso no significa que no podamos combinarla con otro tipo de materiales que no rompan la estética de nuestro hogar. Con el paso de los años, el estilo nórdico ha incorporado materiales de corte industrial en pequeñas dosis, como cobre o latón, para conseguir un toque más contemporáneo. ¡Renovarse o morir!

Por ejemplo, los baños y las cocinas pueden decorarse con mármol blanco para darle un toque más puro y que no sea como el resto de las habitaciones, siempre y cuando no desentone demasiado.

7.    Donde caben dos, caben tres

Una de las grandes ventajas del estilo nórdico es la facilidad para combinarlo con diferentes estilos. Gracias a sus tonos neutros y su diseño minimalista, no es difícil combinarlo con otros estilos como el vintage o el industrial, que son los que más se complementan con el estilo nórdico.

Se pueden introducir elementos decorativos e incluso muebles vintage e industriales, siempre y cuando busquemos esa armonía con la madera natural o con el color blanco. De esta manera, nuestro hogar conseguirá tener un toque más personal al no seguir a rajatabla los mandamientos del estilo nórdico.

8.    Just Do It… Yourself

En el estilo nórdico prima mucho la filosofía DIY, o Do It Yourself. Esta filosofía defiende hacer nosotros mismos nuestros propios muebles y complementos, por lo que no es extraño ver un hogar de estilo nórdico con telas tejidas a mano o cajas de madera colocadas estratégicamente para crear una estantería improvisada.

Este estilo artesanal es idóneo para fomentar el reciclaje, además de darle un toque muy personal a nuestro hogar. De modo que recomendamos encarecidamente seguir esta filosofía si quieres decorar tu casa estilo nórdico. Disfrutarás elaborando complementos y la sensación de satisfacción será inigualable.

En conclusión…

A pesar de estar tan de moda, el estilo nórdico se sigue sintiendo como un soplo de aire fresco, y no es para menos. Su ambientación acogedora cumple perfectamente con los objetivos que tenía cuando se originó: crear un hogar reconfortante donde dé gusto estar. Las casas de estilo nórdico son lugares de los que no apetece salir, porque sus tonos neutros y sus formas geométricas son tan armoniosos que, ¡da gusto estar ahí!

Pueden ser muchos los secretos para conseguir esto. Quizá el ambiente natural, quizá la cantidad de luz. Quizá es pura sugestión. Lo que no podemos negar es que es un estilo precioso que merece la pena probar. ¿Te animas?