¡Se acerca la Navidad! Esta época del año está llena de magia e ilusión por cada rincón. El espíritu navideño se apodera de nosotros a través de todo tipo de acciones: villancicos, regalos, reuniones con nuestros seres queridos… ¡Y unas fiestas tan mágicas se merecen una decoración mágica!. Pero la decoración navideña no tiene por qué quedarse dentro de las casas, con los árboles y las guirnaldas. La primera impresión también es importante; por eso, hoy te vamos a dar seis ideas para decorar tu puerta esta Navidad.
El momento de la decoración navideña suele ser un momento de júbilo familiar. Ya sea en pareja o con los hijos, lo común es que todos participen en este fantástico ritual en el que vestimos nuestros hogares con las mejores galas para que Papá Noel se lleve la mejor impresión. Por eso cada familia, tan diferente, tiene su propia manera de decorar en Navidad, ¡y más los niños con su imaginación! Pero estas seis ideas para decorar tu puerta esta Navidad servirán como empujón si no podemos decidirnos entre guirnaldas o coronas.
Coronas
¿Quién no ha visto nunca la clásica corona navideña en una puerta? Estas coronas siempre suponen una buena opción ya que son sencillas de conseguir, o incluso hacer, y le dan a la puerta de tu casa un toque muy navideño y hogareño.
La clásica corona navideña está confeccionada con hojas de acebo, piñas secas, bolas doradas y alguna que otra campanita, todo ello coronado con un reluciente lazo. Destacan los colores verdes, rojos y dorados. Sin embargo, ¿quién ha dicho que no podamos desatar la imaginación? Podemos hacer nuestra propia corona navideña con todo tipo de material. Por ejemplo, una corona de lazos, una corona de lana simulando a la original, ¡incluso una corona hecha de nubes de chuchería!
Listones
Si tienes ganas, tiempo y mucha mañana, quizá sea buena idea decorar todo el marco de la puerta con los colores típicos navideños. Hacernos con lazos de diferentes colores y con adornos de tonos dorados y plateados (bolas, campanas, ¡incluso algún reno!) nos permitirá confeccionar unos estupendos listones con los que podremos decorar todo el marco de la puerta. Así, crearemos la entrada al hogar de la Navidad misma. Para que no se base sólo en el marco, podemos acompañar estos listones con la corona ya mencionada o con otras ideas que proponemos a continuación.
¡Puerta envuelta para regalo!
Con algo tan sencillo como tela roja podemos crear la fantástica ilusión de que nuestra puerta está envuelta para regalo. Simplemente hacemos que un trozo de tela vaya de arriba abajo y el otro, de un lado a otro; colocamos un elaborado lazo allá donde ambos trozos de tela se unen, ¡y ya tenemos nuestro primer regalo de Navidad!
Árboles de Navidad dentro de casa… ¡Y fuera!
El árbol de Navidad es el pilar principal de la decoración navideña, y no tiene por qué quedarse sólo dentro de casa. Podemos confeccionar un pequeño árbol de Navidad con lana de punto o material reciclado pintado de verde para colocarlo en la puerta de nuestra casa y darle un toque navideño sencillo, pero mágico.
Otra opción es utilizar las bolas decorativas del árbol que hayan sobrado e irlas colocando en la puerta de tal manera que creen un árbol de Navidad original y muy llamativo. Dependiendo del color de las bolas puede ser un árbol verde y rojo, plateado, dorado, ¡o todo a la vez! Y que nunca falte la estrella de Navidad coronando nuestro pequeño arbolito.
Calcetín para regalo
¡Que Papá Noel sepa que estamos preparados! El clásico calcetín navideño puede convertirse en un fantástico adorno para nuestra puerta. Los colores verdes y rojos que suelen acompañar a esta prenda demostrarán que estamos más que preparados para recibir los regalos el día 25 de diciembre.
Una gran opción es poner un calcetín navideño por cada miembro de la casa: dos, tres, cuatro… Así Papá Noel lo tendrá más fácil para saber a quién tiene que dejar cada regalito y nos hará mucha más ilusión cuando abramos la puerta el día de Navidad y veamos las sorpresas que esconde cada calcetín.
¡Puertas animadas!
Dependiendo del color de nuestra puerta, podemos aprovechar para convertirla en un personaje navideño en sí mismo. Por ejemplo, si nuestra puerta es marrón, podemos decorarla con unos ojos caricaturescos, unas pequeñas astas brillantes y una enorme nariz roja (para esto podemos aprovechar el pomo, si está situado en el centro). ¡Y ya tenemos a Rudolf aguardando en la puerta de nuestra propia casa!
Otro ejemplo: si la puerta es blanca, con unos pocos vinilos decorativos y una llamativa nariz de zanahoria dibujada podemos presumir de que Olaf es nuestro guardián en Navidad. Este tipo de decoración es idónea para que los niños disfruten desatando de su imaginación.
¡Y todo lo que se nos ocurra!
Lo dicho: la imaginación es la clave. En lugar de un calcetín, podemos colocar un gorrito de Papá Noel invertido para que nos deje todos los dulces que quiera. Si queremos crear un paisaje invernal, podemos confeccionar con papel copos de nieve y paisajes nevados que adornen nuestra puerta. Nuestros hijos pueden dibujar a Papá Noel acompañado de sus amiguitos elfos y renos para que saluden a los visitantes… ¡Cualquier idea vale siempre y cuando desate todo el espíritu navideño que llevemos dentro!