Cómo decorar un cuarto matrimonial sencillo y moderno

Decorar un cuarto de matrimonio supone tener en cuenta las preferencias de las dos personas que lo van a compartir. Por eso no es una tarea tan simple como parece. Sin embargo, si la pareja se pone de acuerdo se puede averiguar fácilmente cómo decorar un cuarto matrimonial sencillo y moderno.

Existen diferentes estilos, materiales y adornos decorativos que pueden quedar bien en cualquier dormitorio matrimonial que se precie y que gustará a las dos personas que vayan a dormir en él. Veamos cómo decorar un cuarto matrimonial para hacer las delicias del matrimonio independientemente de sus gustos individuales.

El cuarto matrimonial: la estrella de la tranquilidad

A diferencia de un cuarto infantil o juvenil, el cuarto de matrimonio tiende a estar orientado exclusivamente a la intimidad y la tranquilidad de la pareja. Los niños utilizan su habitación para jugar y vivir aventuras, y los jóvenes para estudiar, jugar y comenzar a experimentar la sensación de tener un lugar sólo para ellos. Por su parte, con el cuarto matrimonial el principal objetivo suele ser el crear un lugar íntimo diseñado para que una pareja descanse, ya que para trabajar o dedicarse a sus aficiones pueden recurrir a despachos, estudios, cuartos de actividades.

Ahí reside la importancia de la decoración en un cuarto de matrimonio. Un lugar tan íntimo y personal precisa una decoración acorde a los gustos de cada miembro de la pareja, donde ambos individuos se sientan cómodos. Veamos algunos ejemplos para conseguirlo.

Cómo decorar un cuarto matrimonial sencillo y moderno

Con la gran variedad de estilos de decoración que existen es fácil que ambos miembros de la pareja coincidan en alguno pero, de no ser así, siempre se puede recurrir a un estilo mixto donde prestar atención a cada detalle.

Menos es más

El estilo minimalista lleva varios años estando de moda, y no sin razón. Este estilo aboga por la sencillez y lo moderno, con formas sencillas y elegantes, donde no hay una sobrecarga de elementos decorativos. Un cuarto matrimonial minimalista contará con algunas piezas selectas y poco más. Abogará por colores claros de tonos neutros, y muebles con figuras geométricas en su mayoría rectas.

Este estilo necesitará el orden, por lo que para disfrutarlo conviene mantener el cuarto perfectamente ordenado. De este modo también podremos tenerlo todo en su sitio y, gracias al orden, también ganaremos tiempo.

Al prescindir de elementos decorativos, el estilo minimalista permitirá centrar la decoración en otros elementos, como la ropa de cama o los colores de las paredes, por lo que será más fácil que ambos miembros de la pareja coincidan en gustos.

Si estás interesado en la decoración estilo minimalista puedes leer nuestro artículo ‘Como decorar tu casa estilo minimalista’ pinchando aquí.

Eligiendo el color

El minimalismo tiende a utilizar colores de tonalidades neutras, algo que es muy adecuado para un cuarto matrimonial. Al estar exclusivamente dedicado a la intimidad y la tranquilidad, en principio no es recomendable decorarlo con colores muy intensos, sino con colores agradables a la vista y fáciles de combinar.

Cada vez está más de moda combinar dos colores de tonalidades similares, como blancos y grises, o azules suaves de diferentes tonos. Si seguimos esta línea, lo idóneo es pintar todas las paredes de un mismo color y escoger una pared principal a la que pintar de otra tonalidad para darle protagonismo.

A por la ropa de cama

Una vez se ha decidido el color de la estancia, será más sencillo escoger los colores de la ropa de cama. La cama de matrimonio es el pilar de todo cuarto matrimonial, por lo que escoger la ropa de cama es vital para decorar la habitación de forma adecuada.

La ropa de cama también combinará con el resto de muebles de la habitación: su material, sus colores, su diseño… Para que no desentone, hay que tener en cuenta todos estos factores para que el diseño del dormitorio matrimonial sea exquisito.

Los colores y materiales de las sábanas y el edredón no sólo servirán para garantizar la tranquilidad a la hora de dormir, sino también para que al entrar en el cuarto nos resulte agradable a la vista. No olvidemos escoger cojines decorativos que combinen a la perfección con el diseño escogido.

¡Y se hizo la luz!

La iluminación suele ser uno de los elementos decorativos más ignorados, pero no debe pasarse por alto. Y aquí hablamos tanto de la luz natural como de la luz artificial.

Si colocamos cortinas, conviene escoger bien el material y los colores para que el cuarto matrimonial cuente con luz natural. Unas cortinas bien escogidas y de colores claros permitirán que la luz del sol entre lo justo sin necesidad de oscurecer por completo la habitación.

Lo mismo ocurre con la luz artificial. Tanto la lámpara de techo como las lámparas de las mesillas de noche deben proporcionar una luz que evoque tranquilidad, con una iluminación tenue y de colores blancos.

Espacio de trabajo

Cada vez es más usual vivir en espacios reducidos donde nos encontramos la necesidad de incorporar un pequeño espacio de trabajo dentro de la habitación matrimonial o principal de nuestra vivienda. Esto se da especialmente entre los profesionales que trabajan desde casa. Lo importante es conseguir que este espacio de trabajo quede bien integrado a la vez que delimitado dentro de la habitación.

Para esto podemos aprovechar ‘huecos’ generados en la propia habitación o por nosotros mismos creando espacios entre el armario y una de las paredes, por ejemplo. También es una buena idea incorporar una mesa acorde con el resto de la decoración tanto en el cabecero como a los pies de la cama.

Puertas correderas y espacios abiertos

Lo normal hoy en día es contar con un espacio reducido en nuestras viviendas, especialmente en las grandes ciudades. Esto puede generarnos una sensación de enclaustramiento e incluso llegar a sentirnos ‘atrapados’ dentro de nuestro propio hogar. Dos buenas ideas para contraatacar este efecto son las puertas correderas y los espacios abiertos. Las puertas correderas pueden generar un espacio extra de hasta un metro cuadrado. Dejar un espacio abierto hacia cualquier otro habitáculo de la vivienda también es una gran idea para generar una sensación de amplitud y favorecer la luminosidad.

Y ahora, a por el resto

Si el cuarto matrimonial lo permite, conviene añadir algunos elementos decorativos que lo conviertan en un lugar acogedor. Por ejemplo, una buena alfombra no debe faltar para darle un toque personal.

Si la estancia es grande, una buena idea sería incluir una chimenea para conseguir un calor acogedor en esos días de frío. Aunque la calefacción es necesaria en cualquier hogar que se precie, una chimenea ofrece una personalidad única a una habitación.

Cerca de la ventana siempre se puede incluir, además, un pequeño rincón de lectura para leer un poco a lo largo del día, o antes de dormir. Convertir el cuarto matrimonial en un lugar para la reflexión y la lectura lo convertirá en un lugar mucho más íntimo de lo que ya es.

En conclusión…

El cuarto matrimonial es un espacio íntimo y acogedor para las personas que lo comparten, por lo que es idóneo tener en cuenta ambas opiniones a la hora de decorarlo al gusto de ambos. Siguiendo estas ideas, se podrá conseguir un cuarto matrimonial persona y que hará las delicias de los dos miembros de la pareja.