El cuarto de baño es probablemente una de las habitaciones que más utilizamos. En él realizamos nuestras rutinas de belleza, nos preparamos para ir al trabajo o nos damos un baño relajante tras un largo día. Cada vez le damos más importancia a su aspecto, ya sea grande o pequeño. Y en este último caso, la decoración puede jugar un papel fundamental a la hora de mejorar las cualidades y la estética de un baño con dimensiones pequeñas.
A primera vista un cuarto de baño pequeño puede resultar agobiante porque el aseo es una de las habitaciones que más orden requiere, pero nada más lejos. Compacto no significa desordenado. Y gracias a estas ideas para decorar aseos pequeños, sabremos planificar su diseño para explotar todas sus posibilidades.
El aseo: un cuarto de rituales
El cuarto de baño es mucho más que la habitación donde nos lavamos los dientes. Es el lugar donde da comienzo nuestro día, donde nos arreglamos para una cita mientras sentimos cosquillas en el estómago y donde nos relajamos tras un duro día de trabajo. Es un santuario que conoce muchos de nuestros lados íntimos, y merece ser tratado como tal.
Los baños grandes son más sencillos de dominar, pero, ¿qué ocurre con los aseos pequeños? Con tan poco espacio da la sensación de que estamos encerrados en un zulo incómodo. Sin embargo, sólo hace falta saber cómo decorar este cuarto para convertirlo en una habitación íntima y ordenada.
El baño también tiende a funcionar como un pequeño almacén de productos higiénicos: pasta de dientes, toallas, cremas, utensilios varios, peines, papel higiénico,… Parecen demasiadas cosas para un espacio tan ínfimo, pero sólo hay que saber cómo aprovechar este almacenaje.
Ideas para decorar aseos pequeños
Estos consejos para decorar aseos pequeños no sólo explotarán al máximo el potencial de este cuarto, pequeñito pero matón; también darán una sensación de amplitud y conseguirán almacenar todo lo que necesitemos en poco espacio sin necesidad de convertirlo en un trastero:
Espejos mágicos para agrandar la estancia
¿Alguna vez has entrado en un cuarto de baño, o en una habitación en general, y te ha sorprendido su amplitud para acabar descubriendo que era un efecto óptico? Los espejos tienen ese poder. Un espejo bien colocado aumentará la sensación de amplitud de nuestro aseo, por lo que a primera vista no nos causará una sensación de ahogo, ni a nosotros ni a nuestras visitas. Además, estos espejos pueden ser también estantes de almacenaje donde guardar algunos utensilios.
Compacto no quiere decir caótico. El orden es nuestro aliado.
El orden en un hogar es un asunto crucial, más aún si se trata de estancias pequeñas. En un aseo pequeño es muy importante que todo esté siempre en su sitio y ocupando el menor espacio posible. Para ello podemos utilizar ganchos de pared para colgar las toallas, así como estantes y accesorios de pared para colocar champús, cremas y utensilios varios. Vienen muy bien las estanterías de poco fondo y cajitas con varios compartimentos. Y si en el cuarto de baño también tenemos la lavadora, ¡podremos colocar cosas encima! Y, ¿por qué no?, colocar un tendal sobre la ducha para secar la ropa. Cada centímetro cuenta, y hay que saber cómo utilizarlo.
El lavabo, más grande por dentro
Otra opción de almacenaje es optar por un lavabo alargado con cajones grandes donde poder introducir todo lo que podamos. Para no caer en la tentación de llenar dichos cajones de objetos por aquí y por allá y que acaben mezclándose, se recomienda un cajón con compartimentos. En caso de que el lavabo no tenga ese tipo de cajones, podremos separar compartimentos con ayuda de tablas y materiales reciclados que actúen como separadores.
Los objetos pequeños, siempre a mano
Por supuesto, no consiste en guardarlo absolutamente todo. Algunos utensilios pequeños, como cepillos de dientes, cremas, jabón de manos, etc., conviene tenerlos cerca para que no ocupen espacio de almacenaje. Según el estilo del baño, podremos colocarlos en estantes con poco fondo, bolsas que colgaremos de la pared con ganchillos o dejarlos estratégicamente sobre el lavabo.
Dos en uno, muebles funcionales
Los muebles multifuncionales vienen de perlas en los aseos pequeños. Por ejemplo, una pequeña escalera que sirve también como asiento o como mesilla. Según el momento, podremos utilizarlo para sentarnos y cuidar nuestros pies, subir en él para alcanzar objetos de los estantes o colocar la ropa a la hora de la ducha.
La importancia del color en la sensación del espacio
El color juega un importante papel en la decoración. En el caso de los aseos pequeños, pueden ayudarnos a maximizar la percepción del espacio. Esto se consigue evitando los colores planos y apostando por diseños con rayas horizontales. De igual manera, el color blanco y los colores claros en general son los más indicados para que la superficie parezca más amplia e iluminada.
Todo cuadra, la importancia de las formas
En los baños pequeños suelen utilizarse formas cuadradas y cúbicas por diferentes razones. Una de ellas es que aportan un aspecto sencillo pero elegante. Y otro, ¡que aprovechan al máximo el espacio! Un diseño de obra con multitud de esquinas bien situadas nos permitirá aprovechar el espacio, pudiendo colocar los muebles pegados a las paredes.
Mucho diseño en poco espacio
Que todas estas ideas no nos priven del diseño. Un espacio pequeño también puede ser estéticamente atractivo. En el caso de los aseos pequeños, la combinación de diferentes materiales será la opción ideal para convertirlo en un cuarto llamativo. Podemos combinar madera, acero, azulejos y todo lo que se nos ocurra. El contraste de materiales y colores hará destacar cada elemento y el baño pasará a tener una presencia arrolladora.
En conclusión…
Dicen que la necesidad agudiza el ingenio, y no hay ejemplo más claro que este. A la hora de sacrificar diseño por funcionalidad, escogemos quedarnos con ambas. Y es que la funcionalidad de un baño pequeño no tiene por qué desaparecer para dar paso a un diseño atractivo del mismo.
Estos consejos para decorar aseos pequeños son la prueba de que todas las estancias de la casa, independientemente de su espacio y su uso, pueden aprovecharse al máximo para convertirse en lugares acogedores y prácticos. Sólo hay que saber que hay un sitio para todo y todo debe estar en su sitio.